El plato de hoy lo hago en casa muchísimas veces pero hace unos meses lo hice para algo en concreto, fue para el taller de cocina con castañas que se viene realizando en mi pueblo desde el 2011. Aquel año fue el que comenzó y el que tuve el privilegio de poder compartir mis recetas con todo aquel que se acercó a verlo en directo, que por cierto, fue una tarde de lluvia de las que ya no hay; en ediciones posteriores de dicha feria me volvieron a invitar para que volviera a hacer el taller pero me era totalmente imposible de poder realizarlo y tuve que decir en varias ocasiones que no.
En 2023 me lo dijeron de nuevo y lo hice siendo todo un placer para mí poder participar en algo tan bonito como es éste taller y así colaborar un poco con las tradiciones de nuestra querida y preciosa feria de la castaña.
Así que aquí os dejo la receta salada de aquel día y muy pronto os pondré la receta dulce que también preparé.
La de hoy es muy sencilla y queda deliciosa, aunque me consta que las vísceras no les guste a mucha gente, en particular a mí solo me gusta el hígado, esto es como todo, cuestión de gustos.
Vamos ya con la receta.
INGREDIENTES:
1 kg de higadito de pollo ( peso ya limpio de telas y grasa)
220 g de lonchas de bacon ahumado
250 g de castañas (peso ya peladas)
150 g de vino blanco dulce
3 dientes de ajo
pimienta negra molida
tomillo, laurel
aceite de oliva y sal
Lo primero que haremos será pelar y repelar las castañas, las pondremos en una olla cubiertas con agua fría y las coceremos durante 15 minutos.
Mientras se cuecen las castañas limpiamos el higadito, cortamos a trocitos y reservamos.
Cortamos a tiritas las lonchas de bacon y reservamos.
Sacamos las castañas del agua, vamos cortando en trozos medianos y reservamos.
En el aceite de oliva sofreímos los ajos laminados, antes que lleguen a dorar añadimos las castañas y salteamos durante tres minutos aproximadamente.
Agregamos el bacon, removemos y añadimos el higadito junto con las hojas de laurel, el tomillo, la pimenta y la sal.
Dejamos cocinar unos minutos hasta que la carne cambie de color, éste es el momento para añadir el vino dulce, dejamos que evapore el alcohol, tapamos la cazuela y dejamos cocinar cinco minutos.
Sacamos y servimos a nuestro gusto. 
En éste caso lo acompañé de una crema salada de castañas y unos crujientes de queso.
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