Hoy una receta de pizza pensada para las más pequeños de mi casa, aunque hay que reconocer que a los mayores nos gusta y mucho.
La hemos preparado entre mis hijas y yo, es una buena receta para ir metiéndolas poquito a poco en el hacer de la cocina, con ella no solo disfrutarán comiendo también lo pueden hacer elaborándola.
La base es una masa sencilla de preparar, lo único que necesita tiempo para amasar y levar, por lo demás facilona.
Además esta pizza me ha servido para aprovechar un resto de pollo del cocido, naturalmente que la podéis hacer también con unos filetes de pechuga.
Vamos con la receta.
INGREDIENTES:
para la base:
400 gr de harina de fuerza
200 ml de agua
20 gr de levadura fresca prensada
40 ml de aceite de oliva
10 gr de sal
5 gr de azúcar
para la pizza:
restos de pechuga de pollo (de la sopa)
100 gr de lonchas de pavo o jamón york
6 lonchas de queso tipo sandwich
queso rallado (yo edam)
tomate frito
orégano
PREPARACIÓN:
Templar el agua y diluir en ella la levadura, dejar reposar unos minutos. Mientras tamizar la harina, mezclar con la sal y el azúcar, añadir al agua con levadura, mezclar y agregar el aceite. Amasar todo muy bien hasta que la masa deje de pegarse a las manos, hacer con ella una bola, meter en un cuenco, tapar con un paño y dejar reposar en un lugar templado hasta que doble su volumen.
Pasadas unas horas volver a amasar de nuevo para desgasificar, extender sobre papel de horno y poner sobre la bandeja.
Extender el tomate frito encima de la base, espolvorear con orégano,
tapar con las lonchas de queso, encima pondremos la carne y las lonchas de fiambre troceadas,
cubrimos con el queso rallado y horneamos a 180º hasta que el queso funda y los bordes doren ligeramente.
A mis hijas le gusta una masa gordita, si os gusta más fina solo hay que extenderla un poco más.